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Musicoterapia y salud mental

El uso de la musicoterapia como herramienta en la terapia psicológica aplicada al campo de la salud mental

La musicoterapia aplicada en al campo de la salud mental es una herramienta terapéutica que tiene lugar tanto en intervenciones clínicas individuales como en intervenciones comunitarias, en el siguiente artículo nos centraremos en el uso de ésta aplicada al ámbito de la rehabilitación comunitaria.

Cada vez existen más evidencias sobre la eficacia de las intervenciones psicológicas a través de la musicoterapia, éstas se encuentran ligadas a la mejora de la sintomatología y de la calidad de vida en casos diagnosticados de Trastorno mental.

La aplicación de técnicas pertenecientes a psicología y a la musicoterapia activa combinadas, como por ejemplo la improvisación inscrita en varios modelos, la utilización de diversos instrumentos musicales y de la voz con finalidad terapéutica, y la reflexión y el análisis a través de la palabra vinculada a la experiencia musical, potencian la mejora del paciente, el lazo social y la rehabilitación comunitaria de quienes sufren una psicopatología. A nivel individual, dicho abordaje, produce una mejora en la sintomatología de diversos trastornos mentales y aporta recursos y herramientas en el afrontamiento y la mejora del día a día de los pacientes.

En la terapia se abordan aspectos psico-emocionales relacionados con la comprensión, la expresión, la canalización y regulación emocional y de las dificultades cotidianas. En ocasiones, permite a los pacientes obtener una visión más vitalista y positiva de todo lo que ocurre en el día a día y en la comprensión de lo que les ocurre y lo que les rodea. Mediante el uso de la Música se propicia la conexión con la parte sana de uno mismo.

Por otro lado, en dichas intervenciones también se abordan cuestiones psico-sociales, tales como la comunicación inter e intra personal, la interacción, la cohesión, la empatía, y la socialización, entre otras.

Asimismo, la intervención con Psicología - Musicoterapia tiene repercusión en nivel cognitivo; potencia el aumento de la capacidad de insight y mejora/mantiene las funciones cognitivas que pueden verse afectadas a causa de deterioro emparejado en la patología mental.

Estas intervenciones inciden sobre todo en la capacidad de expresar cuestiones vitales tanto musical como verbalmente, lo que supone un beneficio importante en la vida de estas personas, aportándoles bienestar.

Los usuarios a los que se dirigen las sesiones son pacientes diagnosticados de patología mental grave (TMS) y/o pacientes con patología mental más leve o algún problema de salud mental. Personas con diversa sintomatología: ideas persecutorias, fobias,

alucinaciones, delirios, comportamientos de inhibición, estereotipias, crisis de angustia, de ansiedad, consumos de tóxicos, pensamientos desadaptativos, anhedonia, aplanamiento afectivo, estrés, apatía, abulia, rumiaciones, depresión, conductas obsesivas, desregulación emocional, dificultades en la gestión de las emociones, comportamientos compulsivos y rituales, pensamientos reiterativos etc.

En algunos casos se trata de usuarios con antecedentes familiares con psicopatología, alteraciones psicológicas y psiquiátricas, situaciones familiares disfuncionales y/ o desestructuradas.

BENEFICIOS Y METODOLOGÍA DE LA MUSICOTERAPIA EN EL ÁMBITO DE LA SALUD MENTAL

Las experiencias musicales aportan a los usuarios capacidad de introspección, conciencia y análisis de las dificultades. Así mismo, propician un trabajo que permite la elaboración y gestión emocional. El uso de herramientas musicales facilita la expresión y canalización de las emociones, vivencias y dificultades, tiene efectos catárticos. El baile, en sesión, propicia la expresión corporal y la conexión con el cuerpo.

La música promueve la capacidad simbólica y la expresión verbal, evoca recuerdos y pensamientos, es un elemento unificador e integrador que aporta orden y estructura, facilita la socialización y la comunicación gracias al hecho de ser un lenguaje y una herramienta que permite el diálogo y la interacción. También potencia las capacidades cognitivas, tales como la memoria, la planificación.

Algo muy relevante durante las sesiones de musicoterapia es que estas permiten conectar con la parte más sana de uno mismo y con el sentimiento de bienestar que produce crear música y disfrutar de ella.

La metodología de las sesiones se lleva a cabo a través del canto, de los instrumentos, de la música, de sus elementos (ritmo, melodía armonía y sonido), de la improvisación y de las experiencias musicales que se derivan.

En definitiva, según las características personales, el diagnóstico y el nivel de funcionalidad de cada uno, la Musicoterapia interviene beneficiosamente en Trastorno Mental Severo mejorando aspectos psicológicos, emocionales y psico-sociales de los pacientes y propiciándoles bienestar.

La intervención en trastornos psicóticos

Las sesiones producen que los usuarios lleven a cabo acciones en las que se ven implicadas diversas capacidades cognitivas como: la atención, la concentración, la memoria, la percepción del tiempo, la escucha, el tono, la organización, la capacidad de estructurar, la capacidad de crear patrones rítmicos, la creatividad, la capacidad de elección-selección, entre otros. Por todo ello, la Musicoterapia es una herramienta que beneficia positivamente aspectos cognitivos que se ven afectados y/ los preserva.

Se conoce que las experiencias musicales aportan a los usuarios capacidad de introspección y el trabajo psico-emocional. La vivencia de la música como fuente de placer unida a aspectos relativos a la expresión emocional y corporal, favorecen el proceso de autoconocimiento, aceptación y facilita el desarrollo de vínculos afectivos dentro del grupo. La expresión y la comunicación a través de experiencias musicales y corporales, ayudan a los pacientes con TMS a mejorar aspectos cognitivos, sociales, emocionales ligados a la gestión de las relaciones sociales y para el manejo de sobre propias manifestaciones internas.

Durante las sesiones terapéuticas la sintomatología positiva (patrones de pensamientos alucinatorios, delirantes o desorganizados) y negativa (aplanamiento afectivo, anhedonia, apatía, aspectos cognitivos...) asociada a la Esquizofrenia o otros trastornos psicóticos, en algunos casos y ocasiones, deja de producirse. Una de las posibles interpretaciones que podría hacerse sobre este hecho, estaría relacionada con la capacidad que tiene la utilización de la música de forma terapéutica para dirigir la atención y la realidad del paciente, regular la respiración, acompañar para reducir la agitación y el nerviosismo, potenciar el estar presente, propiciar la concentración tanto los elementos musicales como en el “Aquí y ahora” y promover recuerdos y pensamientos pasados positivos.

Así mismo, otro hecho que tiene efectos relevantes en la disminución de la sintomatología, es el conectar con la parte más sana de uno mismo y con el sentimiento de bienestar que produce crear música y disfrutar de ella.

La intervención en Trastornos de Ansiedad, TOC, fobias, Depresión, Trastornos de personalidad…

Para usuarios con diagnósticos tales como Trastornos de Ansiedad, TOC, fobias, Depresión, Trastornos de personalidad entre otros, la Musicoterapia desde una orientación psicológica es una herramienta muy efectiva para el tratamiento de aspectos emocionales, relacionales y psicológicos. Ésta, facilita y suaviza el proceso terapéutico gracias, entre otros, al componente placentero de las sesiones.

Por otro lado, el uso terapéutico de la música ayuda en la expresión verbal y no verbal de las dificultades y sufrimiento del paciente.

Así mismo, el uso de la música y la palabra a nivel psicoemocional, facilita el trabajo de la gestión, canalización emocional y la expresión de dificultades cotidianas. En los casos en que es necesario, se interviene promoviendo el cambio de estado anímico y la relajación, la seguridad y la estabilidad. Así mismo se trabaja potenciando capacidades y la singularidad del sujeto, tomando conciencia y conectando con en la parte sana de la persona. La terapia, también está orientada a poder pensar junto con el paciente un mayor número de herramientas y poder abordar las dificultades de la forma más completa con tal de reducir el sufrimiento.

A nivel psicosocial, la intención terapéutica va encaminada al trabajo relacional y a reforzar aspectos sociales y comunicativos que propician la integración social y evitan el aislamiento del usuario.

En definitiva, la musicoterapia hace uso de la música y sus elementos para conectar con la emoción y evocar palabras y pensamientos favorables, por conseguir insights con el objetivo de integrar diferentes áreas de la persona y sus las vivencias. Así mismo, el enfoque psicoterapéutico aumenta la eficacia del tratamiento.

FASES DEL PROCESO TERAPÉUTICO

Una vez expuestas por separado los enfoques y beneficios de la intervención en diversos trastornos inscritos en el campo de la salud mental, reiterar que las sesiones siguen estrategias extraídas de la combinación de técnicas de la psicología y la musicoterapia abordando así tanto aspectos psicoemocionales, psicosociales y cómo cognitivos, y muy importante, promoviendo aspectos relacionales de los pacientes.

Evaluación inicial: A través de la entrevista inicial, la evaluación del paciente y la revisión de informes donde se valoran las necesidades del paciente y los objetivos de la intervención, se crean fichas y el "historial clínico y musical".

Plan de Tratamiento: ideación de estrategias musicoterapéuticas y psicológicas, asociadas a los objetivos generales y específicos elegidos en función de la evaluación inicial.

Tratamiento: desarrollo de las intervenciones.

Evaluación y seguimiento: valoración del proceso y de sus efectos en los usuarios por tal de poder plantear nuevos objetivos y evaluar el éxito de las técnicas.

Valoración del grado de logro de los objetivos previamente planteados. Prevención de recaídas.

En dicho proceso terapéutico, la coordinación es de vital importancia, así cómo el trabajo interdisciplinar con los demás profesionales implicados en el paciente a nivel terapéutico. También cabe destacar la importancia de la supervisión de casos.

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